martes, 29 de julio de 2008

Ionesco en El Palmar


A veces hay que ser menos impulsivo y escuchar a la experiencia, porque cuando Forlati guarda silencio y recomienda Pinedo, probablemente quiera decir algo más allá de que el arros bomba amb carranc de la Creu de la Conca es jugar sobre seguro. València és gran, llarga com una llonganisa. Los rincones más traicioneros aguardan tras la apariencia más plácida. En la pedanía de El Palmar, sin ir más lejos.

Allí que nos encaminamos el amigo Ricardo, Vincenzo Vucciria y muà, dispuestos a pasar una apacible jornada lejos de humos y del sky line de Calatrava; a chuparle a la vida un martes los momentos de tranquilidad que nos roba los domingos, a darnos un homenaje en la misma mesa donde los empresarios indígenas del gintónic de Larios se esconden para cerrar las compraventas de solares con futuro.

La jornada empieza bien. La cubana de formas contundentes que nos recibe en La Isla nos recuerda a Ndiane Mboma, al tancat de Juan Lloris y a la media hora en que l’oncle Granero vio lo que no sabía que existía en la divertida Societat Limitada. Ferran Torrent nos lleva a esa raza de empresarios valencianos y todo acaba inevitablemente en torno a la vida del VCF y a los problemas de la profesión.

Tras los postres, ya resuelto el mundo, hay que comenzar la tarde reconciliándose con el país. Paseíto a la vora del canal. Definitivamente, el mundo se ha detenido. Un palleter labora a la fresca en la puerta de un taller con barracas de barro a la venta; más allá, un pescador pone orden a sus redes, y, al fondo, unos patitos siguen a su madre al cruzar la calle mientras a Vincenzo se le humedece la mirada. Todo es perfecto, bucólico. Llega el momento de partir y entonces...

El puto Ford Fiesta rojo de apenas dos años no arranca, sin señales de vida ni lucecitas en el salpicadero, completamente off. Nadie tiene pinzas, eso va a ser de la electrónica, dice Ricardo; eso es esperar, me pasó igualito con un Fiesta ayer, apunta un lugareño… y el lugar que comienza a ser hostil y el sol deja de ser bella luz sobre azul albufera infinito y los chorritones de sudor empapando la camisa.

Treinta minutos de espera a un taxi para Ricando y Vicè. Llega a la plaza de la Sequiota y el coche recibe a Ricardo con un cabezazo. Uy cómo sudo, ah no es un chorritón de sangre que me he abierto la ceja ¿tiene una caja de clínex?

Diez minutos después aparece la grúa. Club Mapfre, nada de grasa, la chapa reluce. Apretón de manos. No arranca, debe ser la electrónica, anoto como un gilipollas, y pienso en el daño que ha hecho a este país la F1. Anda métete en el coche y acelera, dice el gruísta.

Resucita la batería, pero advierte: derechito al taller, no pares el motor, si ocurre algo llámanos. Pedazo de hijoputa. No debe de saber lo que les pasa a los torpes como a mí en la carretera del Saler, los problemas con el paro-arranco-paro-arranco. Todo va bien, pero un motorista ha dejado su cacharro de 600 cc despatarrado en el asfalto vaciando su depósito de gasolina y ha salido volando por las cañas. Ocho personas saltan corriendo de los coches y se ponen a buscarlo entre los arbustos; yo tengo otros problemas, como seguir acelerando.

El coche se para. Maldigo, y por el retrovisor asoma la caja roja de la grúa. El diablo sobre ruedas, pienso. Y bajo corriendo como una loca. Esta vez me llevas, ¿no? Me enchufa de nuevo y me envía camino a la civilización por la carretera de Alfafar, porque la que lleva a Valencia sigue cortada y la gente busca a un motorista.

Acelero y acelero y pienso en lo divertido que sería que se parase el coche, con cinco kilómetros de arrozales a la redonda. Aparecen de nuevo las farolas y los ladrillos. Alfafar. El coche se aturulla y, bendito sea, Norauto a 50 metros.

Creo que es de la electrónica. 99 euros. Corte lo que tenga que cortar.

Allí estoy, de paseo por el New Jersey de l’Horta Sud: superficies y más superficies, sprinters, hollywoods, conforamas,… Una gozada. Acabo comprándome una raqueta de frontón Montana de palo (a mí los gafapasta no me dan lecciones de retro). Me hago fuerte en la elegante terraza de un Burguer King, recupero mi coche y abandono l’Horta Sud con la misma cara con que Homer sale de Manhattan cuando anochece.

A mí no me vuelven a pillar. Xàbia parece tranquila, confortable, nada sospechosa… Conducen ustedes.

jueves, 24 de julio de 2008

11 de septiembre de 2005

Alegoría de los mejores años de nuestras vidas.


miércoles, 23 de julio de 2008

Teoría de la evolución (por A. Montt)




Ayer fue un meteorito; hoy, un pájaro gigante. Cualquier día la madre Tierra sacudirá las caderas y nos iremos todos a la mierda a ritmo de twist.

viernes, 18 de julio de 2008

PSPV-PSV-PSCV

El PSPV cambiará de nombre tras el congreso de este otoño. Aún no está decidido si será Partit dels Socialistes Valencians, como la federación catalana, o PSCV, al estilo del PP de aquí. Lo único seguro es que el País Valencià dejará de aparecer en la denominación oficial (PSPV).

Era uno de los temas que generaba cierta expectación y estaba seguro de que se iba a abordar. Me sorprende, en todo caso, que sea el propio partido, instalado en la más absoluta dejadez, y no el futuro secretari general, el que dé el paso.

Guste o no, considero este cambio como estratégicamente necesario. El propio partido ha reconocido como uno de los motivos de sus sucesivos fracasos electorales la absoluta identificación del PP con la ciudadanía. Es decir, que los valencianos observan al partido del gobierno como el que defiende los intereses de los ciudadanos y como el que levanta los símbolos identitarios que nos unen.

(Matizo que una cosa es lo que creo que piensa la mayoría -lo anterior- y otra lo engañada que creo que está esa mayoría: la prioridad en los gastos de la Generalitat, el cinismo en el uso de la lengua, el modelo de crecimiento económico... todo es pura obscenidad.)

De un modo u otro, habrá que ver si esto es simplemente un gesto para evitar regalar al PP un argumento tan demagógico y efectivo cada vez que llegan unas elecciones, o si la futura dirección va a dar un verdadero giro estratégico. Quiero decir: si el PSOE valenciano, la federación del partido que gobierna España, pretende ser un partido de poder no puede soslayar los símbolos oficiales (no es que no pueda soslayarlos, es que debería creérselos) ni arrastar dudas simbólicas fundadas en posturas mantenidas hace tres décadas. No es funcional, sobre todo cuando el que está enfrente no perdona ni una, ni va a dudar un instante en dejar salir los fantasmas si ve un escaño en peligro.

¿Alguien cree todavía que la sociedad valenciana tiene como prioridades el ecologismo, la lengua, la construcción nacional? El Palau de la Generalitat se tomará por otro camino.



miércoles, 16 de julio de 2008

Veinte años no es nada


¿Recuerdan a la lagarta de fría mirada, curvas ochenteras y perfil orwelliano? Vean, vean, porque vuelven los invasores.

domingo, 13 de julio de 2008

Los pescadores de El Palmar



No es necesario descender hasta el África profunda o remontar el río Amazonas para encontrar ritos y formas antropológicas que nos remitan a nuestros ancestros. Aquí al lado, a diez kilómetros del Port America’s Cup y de la Ciutat de les Arts i de les Ciències, un pueblo de 800 pescadores vive plácidamente, escondido entre cañas y barquitas, ajeno a relojes y a los rigores de la modernidad, pidiendo en silencio que nadie le moleste.

Ayer fue segundo domingo de julio y como manda la tradición, los socios de la Comunidad de Pescadores de El Palmar meten sus nombres en las boletes y fían el emplazamiento de su trabajo los próximos 365 al “sorteig dels redolins”. Los redolins son cada una de las zonas en que se divide el área de l’Albufera donde los socios tienen derecho a mantener un punto fijo de pesca. Así lo decidió el rey Jaume I hace 758 años, concediendo a El Palmar un privilegio del que carecen los otros dos pueblos que trabajan el lago (tienen que practicar la pesca ambulante). En las jornadas previas se fijan tantos puntos de pesca como socios quieren estar en una zona concreta: el día del sorteig se las reparten. Al oír el nombre (siempre es un peris, un aleixandre, un sancanuto, un ferrer…) el pescador se levanta con un “Ave María Purísima” y proclama el nombre del redolí que quiere. El último en salir se encargará ese año de pesar el género tras la jornada. Así se ha hecho siempre.

Resulta fascinante comprobar cómo esta gente resuelve los problemas. Ayer, por ejemplo, uno de los pescadores decidió a última hora no entrar en el sorteo, así que había más redolins que pescadors.

-Què fem?, dijo el jurat (así se conoce al presidente de la comunidad).
-Que s’esborre el Cabet del Pujol, apunta un pescador, en referencia a uno de los puntos.
-Esteu d’acuerdo?, preguntó el jurat.
-D’acuerdo!

Democracia en estado puro; sin enmiendas al texto ni proposiciones de ley ni registros de entrada. Paraula i trellat.

Duele profundamente que estos ritos apenas trasciendan, que lo que conozca el mundo sea una ciudad abierta de piernas para que cualquier multimillonario monte su chiringuito por mar o por asfalto. Pero solo duele un minuto, porque pensando en lo que son hoy las Fallas entran ganas de borrar este post. Háganme caso, y si tienen oportunidad, pasen por El Palmar el próximo año. No lleven cámara de fotos ni hagan mucho ruido; siéntese por el final, miren y escuchen. Y no corran la voz, por favor, ya saben cómo es el sistema. Recuerden, segundo domingo de julio.

viernes, 11 de julio de 2008

"El lugar donde resistir"



Kamchatka, por lo que dice la wikipedia, pone fin a Rusia por la banda derecha; una región inmensa, de grande como España, y apenas habitada. Un buen exilio para mis amigos de tertulia: naturaleza de belleza elegante, lagos y océanos de azul imposible y un infierno de cráteres, volcanes y abismos serenamente hermosos. Tierra de cazadores y supervivientes.

Desde 2002, Kamchatka también es otra cosa. Darín, Cecilia y el pequeño Harry nos enseñaron en aquella emotiva película argentina que es el rincón donde agazaparse y sacar las uñas cuando estás acorralado.

Siempre ando buscando kamchatkas, lugares para la esperanza ante cualquier tiranía, restos de orgullo y de dignidad humana. Los encuentro en los monjes birmanos, en los padres chinos que se enfrentan a su Gobierno mientras remueven escombros de antiguos colegios, en el recuerdo del negro jefe, que se negó prostituir la pelota y su camisa con manchas de publicidad.

Estos días Kamchatka es la capital de Colombia, la de Ingrid y los secuestrados. Llegará el momento de acusarla de oportunista por aprovechar su privación, por pretender recuperar su carrera con el único mérito de haber sido raptada. Hablábamos hace poco por aquí cerca del coraje, del destino trágico de los héroes y de la elección de sacrificarlo todo por un sueño. Pero debe ser terrible, además, que te lo roben todo sin pedirte permiso.




(Tiro de (floja) memoria. Harry pasa los días escondido en una casa con sus padres, militantes de izquierda en la llegada de Videla. Juegan al Risk continuamente. Un día Harry está a punto de ganar por primera vez. Su padre, Ricardo Darín, sólo conserva unas fichas en la región de Kamchatka. Con un golpe de suerte y jodido ante la cara de su hijo, que conoce por primera vez el fracaso y la frustración, comienza a remontar hasta vencer. La voz en off reflexiona sobre la situación que están viviendo, traza un paralalelismo y concluye que Kamchatka es el lugar donde resistir. De ahí el título de la película.)

martes, 8 de julio de 2008

Más allá

Meses antes de que mi abuela muriera, en uno de esos achaques que la encerraban en el hospital unos días, mi madre vio una imagen de Jesús apareciendo sobre los pliegues de las faldas de la sabana, en la cama de la abuela. Conforme apareció, se fue difuminando hasta desaparecer. La abuela salió del hospital, con unos meses más de agonía para todos. De eso hace más de una década.

Hoy en la comida nos hemos acordado del abuelo. Murió el 14 de junio de hace dos años, horas antes de que España jugase un partido del Mundial de Alemania. Mi madre decía que tenía que haberle pedido ayuda al abuelo para el examen que hice el pasado 14, que me habría dado fuerza.

Hace un rato he bajado las escaleras, buscando la fresca del salón para poder dormir. No he llegado al último peldaño. Me ha invadido una ráfaga del olor de mi abuelo, mezclado con la lana de la chaqueta, que entraba en casa todos los días cuando llegaba para comer. Puta sugestión.

Aquí me tienen: tecleando a las dos y media de la mañana esperando a que se vaya. Siempre he pensado que las supersticiones van ligadas a los pueblos y que con el paso del tiempo, unos y otras desaparecerán. No sé si alegrarme o brindar por ellas.

Monstruos


Esa serie irrepetible llamada Los Simpson conserva aún, con más de una década de antigüedad en sus mejores capítulos y cientos de pases, una vigencia que encoge el alma. Debe de ser porque, como las grandes obras, habla de temas universales.

Hace poco repusieron el episodio en que Mr Burns toca fonda y, desde la alcantarilla, recupera su imperio con una empresa de reciclaje y la ayuda de Lisa. Pero claro, la maldad persiste en él e, incapaz de llevar a cabo un buen propósito sin hacer el mal, liquida cuanta especie marina encuentra para producir aceites animales. Con la incomprensión de Burns ante el horror de la pequeña Lisa, la serie retrata a una humanidad enferma hasta el punto de no saber hacer las cosas sin acabar con lo que le rodea.

La morelaja duele especialmente estos días. Ante el reto de comenzar a limpiar el aire, ante el reto de crear alternativas a las energías fósiles, el Norte se ha embarcado en la emocionante aventura del biocombustible; poner Occidente en marcha a base de mazorcas.

El nada sospechoso Banco Munidal ha advertido de que la crisis alimentaria global, provocada por el aumento de las plantaciones dedicadas a biocombustible (y la falta de maíz, subida de precios de trigo y arroz, etc. subsiguientes) persistirá durante años, con una incidencia brutal en el Sur.

Me imagino a los presidentes más poderosos del planeta paseando estos días por los alrededores de Toyako, rascándose el cogote y preguntándose por qué este planeta tan complejo se empeña en ponérselo difícil.

miércoles, 2 de julio de 2008

"Levanta los brazos mujer y ponte esta noche a bailar"

Los fabulosos cadillacs regresaron anoche a la ruta tras seis años de silencio y algún reencuentro de los que no comprometen. Son unos grandes en la otra orilla, con una música como para matarte a bailar y algunos temas en la memoria colectiva. A finales de año estarán por aquí. Les dejo una bonita canción y una gran frase.



"Es más importante que te canten en la cancha que ganar un premio ACE o que te pase los vídeo la la MTV."
Sergio Rotman, hincha de San Lorenzo (y saxo de LFC)

martes, 1 de julio de 2008

MARnualidades en Metromadrid


Aquí os dejo la última gamberrada de un grupo de gamberros y provocadores que se lo pasa muy bien en el subsuelo de Madrid. Mar Pop, tenemos que hacer algo así, ¿no?