Bueno, todo tiene su fin. Los Soprano volverán a ser revisados, de nuevo con frución y eogismo, antes de ir a dormir, dentro de unos años. Lloraré su ausencia y literaturizaré la nostalgia vía e-mail (no se preocupen, rezagados, pueden leer esto) con Vincenzo y Forlati, espero que pronto con más de ustedes. No digo más. A modo de despedida les dejo algunas de las escenas más recordadas, y el íntimo homenaje a mi personaje predilecto. Silvio Dante, of course.
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8 comentarios:
Doctorat!!!
Core'ngrato ressumix perfectament l'enyorança q sent des de que vaig vore l'últim capítul
Salute!!!
Que rule que rule
bésole
Qui té una crònica que fer????
Excel·lent collita. Unicament una detall. La frase es: "Pensaba que estaba fuera... y me vuelven a meter dentro". Forlati ha definit molt bé com es digerix eixe capítol amb el temps.
Salutacions canadenques.
Iee Vicè, no toque els ous que ja sóc doctor. Com que jo ja estic fóra de la serie, li he pegat la volta a la frase. Una brometa, sa excel·lència.
Gràcies gràcies!!!
Un plaer senyoret!
¿Que tiene una crónica atrasada? jejeje, ¿no cree usted que merece la pena hacerla y quitarse de un plumazo a todos los pesaditos?
Doctor, amb Michael y Silvio no s'admeten bromes. Son dos mites.
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