miércoles, 10 de septiembre de 2008

Pensaba que estaba dentro...

Bueno, todo tiene su fin. Los Soprano volverán a ser revisados, de nuevo con frución y eogismo, antes de ir a dormir, dentro de unos años. Lloraré su ausencia y literaturizaré la nostalgia vía e-mail (no se preocupen, rezagados, pueden leer esto) con Vincenzo y Forlati, espero que pronto con más de ustedes. No digo más. A modo de despedida les dejo algunas de las escenas más recordadas, y el íntimo homenaje a mi personaje predilecto. Silvio Dante, of course.








8 comentarios:

Forlati dijo...

Doctorat!!!

Core'ngrato ressumix perfectament l'enyorança q sent des de que vaig vore l'últim capítul

Salute!!!

morena dijo...

Que rule que rule

bésole

Comtessa d´Angeville dijo...

Qui té una crònica que fer????

Vicè dijo...

Excel·lent collita. Unicament una detall. La frase es: "Pensaba que estaba fuera... y me vuelven a meter dentro". Forlati ha definit molt bé com es digerix eixe capítol amb el temps.

Salutacions canadenques.

Nota dijo...

Iee Vicè, no toque els ous que ja sóc doctor. Com que jo ja estic fóra de la serie, li he pegat la volta a la frase. Una brometa, sa excel·lència.

Comtessa d´Angeville dijo...

Gràcies gràcies!!!

Un plaer senyoret!

morena dijo...

¿Que tiene una crónica atrasada? jejeje, ¿no cree usted que merece la pena hacerla y quitarse de un plumazo a todos los pesaditos?

Vicè dijo...

Doctor, amb Michael y Silvio no s'admeten bromes. Son dos mites.