martes, 29 de abril de 2008

Mil siete ochenta y nueve


-Usted perdone, Fernando, pero no tiene que ponerle número a la casa. Aquí nadie tiene número, no es como la ciudad.

-Es el nombre; es un número, pero es el nombre. Es una fecha muy importante para nosotros.

Adolfo Aristarain, Lugares comunes (2002)

Llevo días pensando en Aristarain y en Lugares comunes. Creo que es por la conmemoración del levantamiento civil contra los franceses. Frente a la exaltación patriótica, e incluso vocación democratizadora, que algunos historiadores han asociado a este episodio, Pérez Reverte ha definido el Dos de Mayo como un día de cólera. Sin ideología ni intereses políticos: simple y llanamente una expresión de furia homicida del pueblo hacia un ejército invasor. En todo caso, luego vendrían Cádiz y la esperanza, aunque el mismo Madrid la enterraría, años después, con el vivan las caenas.

Decía lo de Lugares comunes porque quizá la Revolución Francesa ha sido, con toda su brutalidad, el episodio más digno de la historia de la humanidad. Y para mí la Revolución Francesa es Federico Luppi pidiéndole a De Medio, el capataz de su chacra, que le diga qué sueldo necesita.

Así que ahí queda eso. Un pensamiento, por favor, para los personajes de Aristarain, para la esperanza y para todos los que soñaron un mundo más justo.

lunes, 28 de abril de 2008

Tornem a casa



Tornem a somniar en els temps millors; tornem als records, ara no dels moments que no vivirem a Vallejo sino dels que patirem a Xerez; tornem a la frustració de la no existència, de la soledat, de la clandestinitat; tornem a la plana 205 del teletext, a la il·lusió repentina; tornem a viure, encara que siga la resta dels nostres dies, per a plorar una vegada més d'alegria. Tornem a casa.

viernes, 25 de abril de 2008

El carnicero de Wimbledon

Espero que os riais tanto como yo. Lo que sigue es un fragmento del capítulo "Un asunto grave", referido al fútbol londinense, dentro de la colección Historias de Londres, del gran Enric González.

Foto: 1987, nace el mito. Jones en plena guerra psicológica. Gascoigne no sabía con quién se la jugaba.
...

Un caso aparte, distinto a todos, es el Wimbledon, un club inverosímil al que se quiere o se odia. Para empezar, lleva el nombre de uno de los barrios más selectos del oeste de Londres, célebre en todo el mundo por el torneo de tenis y por sus fastuosas mansiones, pero juega en un suburbio muy modesto del este. Es, además, un un club que se profesionalizó hace sólo dos décadas, que ha escalado todas las divisiones en un tiempo récord y que mima su cantera. Pero el toque especial, lo que distingue realmente al Wimbledon, es la rabia. Los dons tienen como colores el azul y el amarillo pero en cuanto tienen ocasión prefieren vestirse de negro, se llaman a sí mismo the crazy gang (la banda de locos), escuchan rap en el vestuario antes de saltar al césped, escupen sobre el campo contrario y nunca dan un balón por perdido ni una pierna por inalcanzable.

El jugador más simbólico de los dons fue Vinnie Jones, retirado hace unos años con el mayor expediente de sanciones de toda la historia del fútbol inglés. Un vídeo con sus consejos para aprender a jugar al fútbol se vendía, para que no cupieran dudas, en las estanterías de deportes violentos como el boxeo y el kárate. Ahí van algunas perlas del catecismo del padre Jones: “Cuando derribo a un rival, siempre me ofrezco a levantarlo. Le pongo las manos debajo de las axilas y le estiro con fuerza de los pelos”. “Cuando algún contrario se me acerca demasiado, le agarro por los testículos y le digo con voz suave: ¿Te importaría retirarte un poco?”. “Si leo en el diario que la mujer de un rival se ha largado con otro, se lo recuerdo oportunamente durante el partido”. Y es que, amigo hooligan, “la pasión, la insistencia y el entusiasmo deben conducirte a terrenos en los que causarás algunos problemas. Es la misma historia de siempre. ¿Querrías tener a Gary Lineker a tu lado en las trincheras o preferirías tener a Vinnie Jones? Porque al fin y al cabo, sabes que Vinnie Jones saldría de la trinchera y correría hacia el enemigo, mientras que Gary Lineker se sentaría y diría: Usted primero”.

Jones, que antes de ser futbolista trabajó de peón de albañil, se dedica ahora al cine, especializado en papeles de gángster y asesino. Tras su rostro plagado de cicatrices, prácticamente sin cejas a fuerza de golpes, se oculta, dicen, un hombre sensato y razonable."

jueves, 24 de abril de 2008

Yo elijo esa forma de morir...


Foto: Aldo Poy en plena palomita. Acabaría con la vida del viejo Casale, que se marchó sin ver perder a Rosario un clásico.


"Sólo dos veces mi mujer me despertó antes de las diez de la mañana. Una fue cuando me dijo: invadieron las Malvinas. Y la otra: Diego firmó para Newell’s. Dos catástrofes."

(ROBERTO FONTANARROSA,
escritor argentino, 1999)



Amigos, yo ya estoy en la sala de espera porque en unas semanas hay derby. Me parece un buen momento para volver al Negro; a los que no entiendan de qué va esto, diríjanse a http://loscuentosdelapelota.blogspot.com/search/label/Fontanarrosa

martes, 22 de abril de 2008

Un maoísta en la RFA

Anoche me enteré de que siempre hay un tipo en la puerta del Pinball, de que cuenta historias como Dios y de que se parece a Paul Breitner.

Paul Breitner (eso lo he descubierto hoy) ha sido uno de los mejores todocampistas de todos los tiempos, un futbolista sensacional en el Bayern de Múnich, el Real Madrid y la selección de Alemania (RFA). Formó al lado de Beckenbauer en aquel combinado que frenó a Cruyff en 1974, el máximo exponente de la sentencia acuñada por Gary Lineker: "El fútbol es un deporte de once contra once en el que, al final, siempre gana Alemania". En el campo destacó por su nervio y electricidad como lateral, y su carácter cerebral cuando se reconvirtió en mediocampista -cito a los cronistas de la época-. Uno de los dominadores, en definitiva, de la década de los setenta, con siete ligas entre Alemania y España, una Copa de Europa (frente al ATM), un Europeo y un Mundial (perdió la final en España en el ocaso de su carrera, ya en 1982). Sin embargo, a Paul Breitner se le recuerda por su pelo a lo afro, sus patillas, su bigote y por su maoísmo declarado.

Según parece, el tipo siempre fue un excéntrico, un individualista, un charlatán bastante peculiar. Se definía (siempre según la documentación) como un revolucionario antiburgués y le gustaba dejarse fotografiar mientras leía el Libro rojo con poster de Mao al fondo. El guerrillero del balón no tuvo reparos en venir a ganar dinero al Madrid de 1974, con el Franquismo atizando de lo lindo. Se cuenta que en la capital unos obreros le pidieron una aportación en plena lucha sindical: Breitner les extendió un cheque con medio kilo.

La estrella futbolística compitió con el personaje. Montó varios cirios en la selección y se retiró en algunas ocasiones, siempre para volver. Entre partido y partido, jugó a ser actor y a finales de los setenta actuó en Masacre en Condor Pass, un spaguetti western de capital alemán (¿tendrá nombre este subgénero?) que pasó inadvertido. Ya retirado cumplió el sueño de todo niño que no llega a futbolista, y presidió el equipo de sus amores durante unos años. También protagonizó una serie en la TV, Paul Breitners Futballmagazine, y dicen que a veces vertía opiniones polémicas que inmediatamente se veía obligado a rectificar. El maoísta, en fin, cruzó la línea y acabó como representante de Adidas.

Paul Breitner sigue vinculado al Bayern de Múnich y como ex madridista ilustre la prensa nacional siempre gusta de recoger sus todavía polémicas opiniones. No sé que habrá de cierto y qué de exageración en todo lo que rodea. A mí, en todo caso, me parece una historia absolutamente deliciosa.

lunes, 21 de abril de 2008

Goodbye, Mr Frank


Éramos unos niños, pero podíamos darnos cuenta de que algo grande había pasado.
El próximo 14 de mayo se cumplen diez años de su partida.
Hasta pronto, Mister Frank

viernes, 18 de abril de 2008

Preparen sus maletas...


Lo único que lamento del recital de Calamaro al que asistiremos dentro de un mes es la cercanía. No es que a Burjassot le falte épica, o estética, pero tres paradas de metro no son comparables a la excitación de la salida en coche por la mañana, el repaso a la discografía en la carretera, el recuento de anécdotas de conciertos pasados, la llegada a la ciudad del concierto, ... Toda esa liturgia que tanto me gusta.

Sin embargo, el verano que se aproxima vuelve a darnos excusas para vivir algunas aventuras. Y ya van tres seguidos. Recordad si no el momentazo de ver a Ariel y a Andrés juntos de nuevo hace dos años en Murcia (o Salamanca); o aquellas semanas frenéticas
con Andrés, Fito, Serrat y Sabina (¿Qué lujo!), por no hablar de la joyita que nos regaló Ariel, puro rock en español, sin licencias ni acrobacias, una noche cualquiera de verano en Foios ("No haré rimas", ¿os acordáis?).

Este año tenemos de nuevo al viejo Andrés, que aunque con menos paranoias y más feliz que nunca ha decidido tirarse a la carretera rompiendo la marcha atrás. Comienza a trascender las fechas y localizaciones de los espectáculos, con una gira veraniega dividida en dos etapas. Además de Burjassot y Pontevedra, la primera parte, que abarca mayo, tiene parada en Salamanca (24 de mayo), Gran Canaria (29 de mayo) y Vizcaya (31 de mayo). La cercanía en el tiempo resta atractivo a estos viajes, pero atención, a mediados de septiembre habrá concierto en Oviedo, dentro de las fiestas de San Mateo. Y eso me pone.

Pero, además, este verano viviremos un momento histórico. Vuelve Tequila y esto más que una oportunidad es una responsabilidad. Se trata de, para muchos, la banda fundadora, y para mí, del hilo musical de las fiestas de pueblo de provincias. Es como si Ariel, Alejo Estivel y Felipe Lipe hubieran decidido regalarnos los momentos que no vivieron nuestros padres, por ser un poco mayores, o nuestros hermanos, por ser aún unos niños. Hablamos de unos tipos que se retiraron cuando no habíamos nacido. Vuelve una parte de la historia de este país, porque para mí Tequila es un caso sociológico: la España que se abría tras 40 años, la que se contoneaba al ritmo que marcaba Mick Jagger, la España que, en fin, se hundió en la heroína. Tenemos la obligación de homenajearla.

Todo esto lo tendremos este verano en la puerta de casa: rock sin reservas, letras sin mensaje... Nada de mecheros: fiesta y bebida barata. El viaje arranca en Bilbao, el domingo, 6 de julio, para el cierre del festival BBK Live 2008. Preparen sus maletas...

miércoles, 16 de abril de 2008

No hay olvido...


Es curioso pero la historia reciente del Levante y el Valencia andan amarradas por extraños vínculos. Cuando Vicè me envió un mensaje a media tarde ("Addio Gianni...") supe que esta noche el VCF se hacía con la Copa. Aquel ascenso tan glorioso del 98 (Salillas, Sales, Vicentín, Jesús...), en la mismísima casa del Real Madrid, quedó completamente amortiguado por la no menos esperada Copa del Valencia en Sevilla (décadas después del gran Kempes alzando los brazos); por no hablar del verano de 2002, cuando nos tragamos el doblete después de bajar a segunda b con 50 puntos. En fin... Los escasos momentos de gloria que nos regaló la historia quedaron como vagas anécdotas en la memoria colectiva de la ciudad; un suculento segundo plato con que completar los espacios deportivos del telediario local.
Hoy Giovanni de Biassi anuncia que regresa a Italia.
Se va con sensación de fracaso, tras rechazar alguna oferta cuando aún creía en el milagro. No sabe, sin embargo, lo que ha hecho por nosotros. No somos más que lo que queda cuando a un equipo se le quita el talento y el músculo. Se lo ha recordado a quien lo hubiera olvidado y ahora lo sabe el mundo entero: humildad, dignidad y respeto.
Nos volveremos a ver, seguro.
Addio Gianni

La intimidad en España


Hace unos días mi amiga Sheila (es la que escucha) me envió esta foto. Aparece en un directorio sobre sitios cool, in or fashion de Valencia capital. Resulta que lleva meses en ese espacio web, y también apareció en una revista llamada Milk (o eso creo). No supimos que nos fotografiaban y menos aún el fin de la imagen. Lo vimos como una anécdota, pero después de todo parece que más que una anécdota, es un síntoma.
Hace también un tiempo, un chico de mi pub habitual se encontró con su cara anunciando a toda página unos cursos de CCC (o CEAC, ya sabéis) para jóvenes que quieren sacar el bachiller. Se había hecho la foto durante su beca Erasmus, algún conocido la colgó en un espacio de internet, y la agencia de publicidad de CCC consideró que era más rentable robarla que pagar a un modelo. Los colegas le colgaron el anuncio en la pared del pub y tras llamar un par de veces a la empresa, parece que él también lo dejó en anécdota.
Ayer, la prensa del colorín se desayunaba escandalizada porque la hermana de Letizia Ortiz le ha pedido al juez protección ante el acoso que recibe de los medios. Los avezados contertulios, revolviéndose en su miseria, aseguraban que desde el Franquismo no se había visto nada igual, se arañaban la cara de desesperación ante la inminente censura y lamentaban, literalmente: "Nos perderemos el devenir de su vida cotidiana".
Si cualquier ciudadano está expuesto a la difusión de su imagen sin consentimiento, ¿cómo será la vida de estos populares forzosos? Una tía de mundo, cooperante, que de repente no puede venir a parir a su país porque su hermana se ha casado con el Príncipe.
Los grupos están muy ocupados pensando en hacer caja así que nadie que pueda hacer algo al respecto va a leer esto. No pidamos reflexión porque tampoco hay sitio para ella; sólo esperemos que todo esto sea un ciclo y la mierda que programan vaya diluyéndose con el tiempo. Los cajones con llave y los bolsillos de la gente son sucios, esconden nuestras miserias, pero me niego a creer que un país entero pueda estar interesado en las de nadie. Mientras tanto, seguiremos tapándonos la nariz.

Bueno amigos, acabo de crear esto. La casa todavía está por hacer. Me han dado las llaves, pero tengo que pintar las paredes y amueblarla. Traed cuadros si os sobra, y pasad sin llamar. Aunque sea de pie, tomaremos un ruso blanco.