
Próxima parada: Picasso
Una pareja de estudiantes rinde un homenaje al dadaísmo cambiando los nombres de las estaciones de metro de la línea 1
El metro es el territorio de la ensoñación, de la mirada perdida en ningún punto fijo. El traqueteo de
Un grupo de estudiantes valencianos vinculados al mundo del arte y la creación ha llevado a cabo en las últimas horas una “acción dadaísta” en las instalaciones de Metrovalencia. Básicamente, su actuación consiste en cambiar el nombre a algunas estaciones utilizando pegatinas superpuestas en los carteles, lo que consigue un efecto sorpresivo en los viajeros debido al parecido asombroso con la tipografía original.
El dadaísmo, explica una de las componentes, es una de las primeras vanguardias artísticas, anterior al surrealismo. Entre sus motivaciones y objetivos está “la contradicción, el afán de provocar” subvirtiendo lo establecido. Así, una de las máximas dadaístas es: “Todo vale para crucificar el aburrimiento”.
Con este andamiaje ideológico, estos jóvenes han decidido que la estación de Picassent sería mucho menos rutinaria si se llamara Picasso; y que la parada Omet tendría un cariz más… ¿impresionista? bajo la titularidad de Monet. ¿Y por qué Picanya, en lugar del escritor y pintor (Francis) Picabia, que fue uno de los
referentes del dadaísmo? Dicho y hecho.
El juego planteado a los viajeros no sólo es un homenaje a algunos de los artistas más influyentes de su época. “También hay cabida para el absurdo, lo que es arte y lo que no”, apuntan. Y así lo habrán comprobado los habituales de la estación Bailén de Valencia, mucho más rítmica estos días con el nombre de “Bailón”.
“Una oda a lo espontáneo”
Ante las previsibles acusaciones, estos jóvenes se niegan a aceptar que su acción sea calificada como acto vandálico. “Entiendo que la gente piense que es gamberrismo, pero esto es extender el dadaísmo, que es provocar, divertirse, una oda a lo espontáneo”, argumentan. También tienen respuesta para los que digan que son gamberros porque esconden sus rostros: “Nos tapamos la cara porque lo importante es la acción, no las personas”.
Este tipo de actos no son exclusivos de Valencia. Estos jóvenes se decidieron a “dadaizar” el metro tras contactar con el grupo “Trompelemonde”, dadaístas y radicados en Madrid. Se trata de un colectivo de personas vinculadas al campo del diseño y la moda y entre sus acciones más conocidas destaca Red Retro, un proyecto que también rebautiza las estaciones de la capital de España. Hace poco rindieron homenaje al mundo lésbico: Artilleros pasó a ser “Tortilleras” y Tetuán, “Teta”, entre otras.