miércoles, 7 de mayo de 2008

"Soluciono problemas"


De Tarantino me quedo con sus diálogos irrepetibles, con su devoción por los géneros y con su respeto por los grandes, a los que rescate del olvido para convertir en mitos de las nuevas generaciones. Hablemos de esto último. David Carradine, por ejemplo, mister Kung Fu. Soy lo suficientemente joven como para no conocerlo ni por reposiciones veraniegas, pero para mí ya forma parte de la historia, incluso de mi bagaje personal. Reconozco haber intentado ligar con la retórica de Bill, un personaje que apenas necesita veinte minutos para ser lo mejor de la saga Kill Bill. Recordemos si no el circunloquio eterno acerca de los superhéroes para hacer comprender a Breatrix que es una asesina. Memorable.

Parecidos son los casos de Michael Madsen, en la misma producción o en Reservoir Dogs; o de John Travolta, esta vez en Pulp Fiction. Y es precisamente en este peliculón, Pulp Fiction, donde aparece uno de los más grandes personajes del cine contemporáneo. Hablamos, como no, del Lobo, el señor Lobo, llámadle Winston.

Harvey Keitel es un tipo duro; un pedazo de actor de una generación de pedazo de actores. Su selección de personajes lo dice, además, todo sobre su integridad profesional, aunque últimamente se le haya visto en cosas como La búsqueda, etcétera. De la galería de personajes carismáticos que compone Pulp Fiction, el señor Lobo es, sin duda, el más recordado. Me quedo con algunos detalles: las anotaciones en la libreta (Vincent –white-; Jules –black-;Jimmy; Bonny; One body, no head); la desalmada escala de valores que desprende la secuencia (hay un negro exangüe en el asiento de atrás; sin embargo, el problema radica en deshacerse del cuerpo con celeridad para que el personaje de Tarantino no tenga un problema con su mujer, "es de esas histéricas"); la fascinación de Jules por la elegancia, madurez y respeto por las formas del Lobo, y, por supuesto, la forma en que el Lobo “controla”.

Todo ocurre en once minutos de metraje. Suficiente para que cada una de sus frases sean hoy citas célebres:

-“Estoy a treinta minutos de allí; llegaré dentro de diez.”

-“Soy el señor Lobo, soluciono problemas.”

-“No empecemos a chuparnos las pollas todavía.”

-(A la hija de Joe el monstruo, Rachel: “El hecho de que seas una personalidad no significa que tengas personalidad.”)

7 comentarios:

Forlati dijo...

Chapeau, Nota! I la guinda el recull de frases cèlebres.

Em fascina el personage del sr. Lobo —i per supost l'actor—…

Pero crec que Tarantino ens ha deixat algunes obres de cult i ha perdut l'oremus completament. Fué bonito mientras duró.

Salut.

Vicè dijo...

De las pelis de Tarantino me gustan sobre todo sus diálogos, piezas inmejorables. Pulp Fiction se lleva la palma.

Una de las frases de PF me chifla: "Hamburguesas. La piedra angular de todo desayuno nutritivo", o algo así.

También me gustó mucho la historieta de QT en "Four rooms". Después ha tenido algunos altibajos, o más bien excesos, como apunta Forlati.

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Sin duda, yo también me quedo con Pulp fiction, Travolta inmmejorable, y eso que no soy muy tarantiniana...me quedé anclada en directores de antaño, aquellos que trajo la Nouvelle Vague en casi todas sus variantes locales. Creo que, en otra vida, estuve en el Mayo del 68 francés, como Eva Green en "Soñadores" (salvando las distancias físicas, por supuesto,jajaja), encadenada a la entrada de la Cinemateca.
Feliz jueves sr. Nota y compañía.

Nota dijo...

Qué tal, chicos? Bueno, Forlati, completamente de acuerdo contigo en cuanto a los vaivenes de su carrera. Yo creo que las rarezas de Tarantino se debe a la devoción por los géneros de la que hablaba, que le lleva a participar en experimentos como Death Proof o Sin City (pelis que por otro parte no me desagradaron). En cierto modo, Kill Bill también es un experimento, una epopeya donde aparece el western y el samurai con la estética cómic como hilo conductor. Aunque parezca exagerado, yo la pongo a la altura de Pulp Fiction y Reservoir Dogs, con personajes y diálogos de gran impacto.
Por eso creo que el Tarantino genuino sigue ahí y confío en que vuelva.
Vice, esa escena en el cuartucho de los pringaos no tiene desperdicio. Además, se produce el milagro que lleva a Jules a dejarlo todo, y como, recita a Ezequiel.
Aun a riesgo de parecer friki, os dejo esta dirección con los detalles de la peli y algunas curiosidades
http://es.wikipedia.org/wiki/Pulp_Fiction

Mar Pop, qué decir, contigo no me atrevo a hablar de cine. Me estoy acordando mucho estos días de Soñadores por un libro que estoy leyendo. También me viene a la memoria una canción de Sabina, Con la frente marchita, que perfectamente podría haber sido la banda sonora de nuestra querida Roma y de aquellos días de sueños que nunca fueron. Salud.

Neófito dijo...

Yo no soy nada mitómano ni opino que revistan tanta genialidad diálogos o comentarios de los que en cierto modo todos hemos escuchado en determinados ámbitos peculiares o de relativa sofisticación y cuya producción está al alcance de todo el que tenga un poco de inventiva y ocurrencias. Lo dejaría en calidad y, por supuesto, la frase de las hamburguesas me parece realmente brillante. Aunque en este hilo este comentario no aporte demasiado, sí que considero imprescindibles películas como Pulp Fiction o Reservoir Dogs.
Ya que estamos, sí que me viene a la mente una frase elocuente y contundente que el Señor Lobo espeta prácticamente a modo de presentación: "Yo conduzco a toda hostia".
Y por último, y esto da un poco la medida del carácter referencial de la fraseología de Pulp Fiction, remarcaría la composición por parte de Siniestro Total de la canción "Bueno, no empecemos a chuparnos las pollas todavía", incluida en su disco Sesión Vermú, dedicada a la temática de la entrada introductoria.
Igual que Pulp Fiction ha marcado una época y una estética en el cine, pocos como los Siniestro Total han sabido mezclar humor e inteligencia con tanto tino en sus temas. Os copio la letra de la canción en cuestión:

Yo siempre miento y siempre tengo razón
y un pequeño defecto al hablar—
porque el orgullo sólo me hace daño
y no me ayuda en esta prueba moral.
Y tú que eres una estrella del rock
—y yo que vengo moqueando humillación—
dime si acaso no subimos para abajo,
así que un poco más de consideración.
Pero, eso sí, tengo que reconocer
que no puedo creer que sea el mismo coche que ayer.
Bueno, bueno, vale, bueno.
Bueno, vale, pero…
no empecemos a chuparnos
las pollas todavía.

Tú que simpatizas con nuestro dilema
y que tienes tus momentos de claridad—
tu verborrea se queda en el desagüe
y así se pierde tu miserable bienestar.
No hablarás con nadie de esto—
quédate lejos de este valle de oscuridad.
Y procura no seguir estos consejos
que todo lo que empieza suele acabar mal.
Pero, eso sí, tengo que reconocer
que no puedo creer que sea el mismo coche que ayer.

En Ezequiel 25:17 dice
que te disequen empleando un soplete.
Y en Ezequiel 25:16 que
el vino tiene dos formas de envejecer.

Nota dijo...

Neófito, tienes que empezar ya la enciclopedia de música española de las dos últimas décadas.

Neófito dijo...

Nota, yo soy un ecléctico preso del relativismo del que tanto se lamentaba Ratzinger, abarco mucho y aprieto poco, así que a nivel musical opino que podríamos aspirar, que no es poco, a sacar un recopilatorio conjunto "Tómatelo con calma", seguro que el resultado sería interesante.