martes, 29 de abril de 2008

Mil siete ochenta y nueve


-Usted perdone, Fernando, pero no tiene que ponerle número a la casa. Aquí nadie tiene número, no es como la ciudad.

-Es el nombre; es un número, pero es el nombre. Es una fecha muy importante para nosotros.

Adolfo Aristarain, Lugares comunes (2002)

Llevo días pensando en Aristarain y en Lugares comunes. Creo que es por la conmemoración del levantamiento civil contra los franceses. Frente a la exaltación patriótica, e incluso vocación democratizadora, que algunos historiadores han asociado a este episodio, Pérez Reverte ha definido el Dos de Mayo como un día de cólera. Sin ideología ni intereses políticos: simple y llanamente una expresión de furia homicida del pueblo hacia un ejército invasor. En todo caso, luego vendrían Cádiz y la esperanza, aunque el mismo Madrid la enterraría, años después, con el vivan las caenas.

Decía lo de Lugares comunes porque quizá la Revolución Francesa ha sido, con toda su brutalidad, el episodio más digno de la historia de la humanidad. Y para mí la Revolución Francesa es Federico Luppi pidiéndole a De Medio, el capataz de su chacra, que le diga qué sueldo necesita.

Así que ahí queda eso. Un pensamiento, por favor, para los personajes de Aristarain, para la esperanza y para todos los que soñaron un mundo más justo.

6 comentarios:

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Si tengo que conmemorar alguna revolución, ahora que sot medio lisboeta de adopción, me quedo con la de los claveles. Hay que ver lo bien que entono el "Grandôla, vila morena, terra da fraternidade...", sale mi vena patriota,jajaja, esa que con España no tengo, sólo comparable a la pérdida de Graná por Boabdil, mi otra tierra.
Saludos PoP!
Gracias por tus palabras sobre Tasotti.

Vicè dijo...

"Un pensamiento, por favor, para los personajes de Aristarain, para la esperanza y para todos los que soñaron un mundo más justo".

¡Amén!

Forlati dijo...

Díganme una sola película interpretada por Federico Luppi que no les ponga los pelos de punta. Inmenso tipo!

Hola Marpop, anoche vi a una chica alta, morena con ojos claros (creo, ai la nit!) bambando cerca de la cabina de Breitner… Llevaba en la solapa una de esas manualidades de fieltro.

Nota dijo...

Esto fluye. Me gusta, me gusta.

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Viva Aristarain! el otro día retomé "Roma" (con el alter ego, según mi parecer, del Sr. Nota)...sin palabras, me quito el sombrero!Roma es como el making off de la filmografía de Aristarain, la explicación de cómo surgieron sus ideas, de por qué le preocupan ciertos conflictos, de donde viene esa especial visión del mundo y las relaciones humanas.
Forlati, quizá fuera yo, pero me despista lo de los ojos claros...soy fácil de reconocer, pero me temo que difícil de encontrar. Aún así, suele moverme cerca de la cabina y alguna vez hago alguna petición: cada vez que suenen Los Salvajes en el pinchadiscos, allí estaré yo.

júlia dijo...

No se si perdimos la oportunidad de hacer la revolución desde dentro, de subirnos al carro del progreso (imaginad por un momento haber sido cuna de la Ilustración junto a los franceses y haber podido derrocar a los reyes) o simplemente decidimos seguir por el camino de la brutalidad. Hace 200 años las piedras, guerrillas... expulsaron del reino españolista al gran ejército europeo que traía junto a los cañones y la pólvora las ideas del progreso. Algo diferente de las ideas que la misma pólvora llevó desde los barcos españoles a Amércia Latina. Sin olvidar que fue una defensa legítima de las fronteras me gusta imaginar cómo seríamos ahora si la invasión francesa hubiera triunfado.