lunes, 12 de mayo de 2008

¡Viva Cuba libre!


En estos días de conmemoraciones, ensalzamientos patrios y brindis por lo que pudo haber sido, no puede pasarnos por alto, contertulios y grandes bebedores, una efeméride más. En tres semanas se cumplirán 110 años desde que los cubanos nos dieron una patada en el culo y se liberaron: una independencia patrocinada por Estados Unidos y una fiesta que aderezaron con una de sus aportaciones al mundo más universales. Hablamos, es evidente, del cóctel Cuba libre, el cubata.

Parece claro que el invento tiene genes yanquis. Los soldados norteamericanos enviados a la zona mezclaban su refresco con la bebida local allá por la década de los noventa de siglo XIX. Sin embargo, el Cuba libre y el rum and coke marcharon por caminos diferentes. Mientras los norteamericos continuaron con la fórmula clásica en España (ron negro y cola a partes iguales, todo coronado con una rodaje de limón), la expresión genuina del cóctel, la local, exige además media lima exprimida, un gajo de lo mismo y un trocito de cáscara a modo decorativo.

Tampoco hay una doctrina clara respecto a la materia prima, y el color del ron lo establece el gusto del consumidor. En cuanto al modo de aplicación, la norma es que no hay normas. El Cuba libre es un combinado festivo y el primer sorbo debe imbuir al receptor del espíritu caribeño. El exceso es una obligación.

No hay que dejarse engañar, queridos amigos. La combinación es sencilla y corre el riesgo de parecer vulgar. Nada más lejos de la realidad. La ausencia de sofisticación o de liturgia en el proceso no debe restarle dignidad a la mezcla. Nos estamos tomando, al cabo, un trozo de historia a sorbos. Un señor combinado.

PD. Bueno, chicos, permitidme la licencia literaria. El sábado ojeaba la carta del Lisboa y al ver que hacían Negronis me acordé del gran Enric González. Si os interesa el tema de la cocktelería podéis escuchar al autor de tantas Historias de... los domingos sobre las once y veinte de la mañana en A vivir que son dos días, de la Cadena Ser. También os recomiendo este blog. No es gran cosa estilísticamente, pero incluye un buen número de combinados con los que podréis experimentar. Salud y buen provecho.



10 comentarios:

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

¿Qué hacías tú en el Lisboa?está lleno de snobs,jajajajajaja. (parece que reniego del mundo, qué asocial...)
Yo hice un curso hace dos veranos de cocktelería ahí donde me ves, a cambio de 2 créditos de libre elección, sí, muy fuerte,jajaja, pero no hice peripecias con las copas ni nada de eso, no vayas a pensar. Ya me gustaría a mi convertirme en la reina de los combinados, pero sólo tengo un brebaje propio, ¿recuerdas? el combinado MaRPoP...
Voy a ponerme una copita de vino, mira, con tu post me han entrado ganas y ahora viene bien un vermú (a las 10 de la mañana,jaja)
Besos POP

Forlati dijo...

No sé si veres ahir el comentari de Vicè en el mercat de Diafebus. Vos veig embalats cap a la cockteleria, de la mà ¿cóm no? d'Enric González. Per ahí no pense passar. Negrita en cola sempre. Hi ha una cocktelería fantàstica en el carrer del Portal de Valldigna, Matahari. Podem visitar-la en el futur, pero yo optaré per un té negre de Nepal.

¿Lisboa? Estic en tú, Marpop. Santuari de la pose. Una pena que el lloc no estiga a l'altura. Perque eixa és una de les places més fantàstiques de la ciutat. M'encanta assentar-me en el libanés a mirar les almenes de la Llonja i la Senyera els dumenges de matí.

Vicè dijo...

Buen post, amigo Nota.

¿Cuba? No he probado mejores mojitos que en La Habana. Diafebus era testigo y lo puede corroborar.

Me apunto a la excursión a la cocteleria. Puede ser el colofón de la quinta cretina comèdia. Antes está la cuarta cita, versió diurna, en el Cabanyal.

Con el Lisboa pasa un poco como con el "You'll never walk alone", jajaja.

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Sí, el Lisboa empezó siendo un antro, como aquel que dice, y ha acabado desde hace unos años como escaparate de las nuevas tendencias en Valencia. A mi también me da mucha pena, pues deambulo con frecuencia por esa placita, pero me quedo en la tasca contigua a la Lonja,sobre todo algunas mañanas en las que vago sin rumbo fijo buscando telas para mis obritas y abalorios. El Carmen se está haciendo cada vez más imposible en ese aspecto: tiendas hiper caras de la última moda(¿¿ moda retro?? ¡JA!), cafés super exquisitos, restaurantes de sushi para guiris...en fin...siempre nos quedará el Pinball...
Besos PoP!

Mireia dijo...

mmmm como apetece ese cubatita...no? nota eres un incitador nato!!!jaja, estoy con vosotros los mejores mojitos en La Habana, por no hablar de los daikiris,puuuf! mar que razón tienes con el carmen,ya no se puede!!últimamente me inclino más por plaza honduras ... en fin, besitos para todos!!

La Vía Láctea dijo...

Yo he sido siempre un seguidor del gintónic (lo castellanizo porque me da la gana), pero tal como me enseño a beberlo mi amigo el Chato Mecànic (vaso de tubo, laryos y schweppes, sin chorrito de limón ni polladas de esas). El Chato es un mecánico de l'Eliana que no tiene carnet de conducir y que cada noche se bebe tres o cuatro gins en tres o cuatro bares diferentes del pueblo. El tío tiene el gintónic tan metabolizado que una vez, cuando trabajaba yo de dj y camarero en uno de esos bares, le fui a poner uno de sus "pink floyds baratos" (como él los llama. El "pink floyd caro" es con Beefeater) pero no quedaba schweppes, así que se lo hice de Nordic. Cómo sé que él es un purista y no iba a aceptar una tónica que no fuese la habitual, se lo preparé a escondidas bajo la barra. Pues el tío apenas se acercó el cubata a los labios y me soltó: "açò quina merda és?". Le tuve que confesar que no quedaba schweppes y prefirió hacerse un cubalibre de esos que bebes tú que un gintónic sin su tónica preferida. No se puede negar que el Chato Mecànic es un hombre de principios.

Nota dijo...

Alguien tendría que escribir un bestiario sobre los prohombres que habitan las barras de los bares de pueblo. Lo del gintónic de Larios es un síntoma de valencianía.Deberíamos incluirlo en el curso acelerado para el contrato de inmigrantes. Hasta el sábado colega.

Neófito dijo...

Enhorabuena por esta oda al cubata, Nota! Y ya sabes que las penas con cubatas son menos penas, jejeje!
Hace años escuché que el refresco de cola podía ser originario de Aielo de Malferit, a nivel de indicio es una contribución interesante de los valencianos al mundo del cubata. Sólo hay que ver la profusión de licores autóctonos que destilan las Marines para darle crédito a la declaración antedicha.
Yo me centro siempre más en la cerveza que en los cubatas y suelo decantarme por el Cacique-Cola, así que parece que no desentono mucho con la doctrina.
Por cierto, magnífica historia la del tío que bebía Gin Tonics como si de lactaca plus del Moloko se tratara.
Un saludo cubata en alto!

diafebus dijo...

No jodas, Nota, el gintónic de Larios lo que es es una guarrada. Cualquier cosa con Larios en general. Puajjjjj.
Y lo del negrito como santuario de la pose...pues oye, también tiene su gracia si uno se encastilla en su papel de observador lateral de la historia. A mi me gusta mirar y hacer mis propios bestarios. Sin injustos y sesgados, pero son los míos y me divierten.
Salud cretins comediants del món.

Forlati dijo...

Diafebus, que no és el Negrito, home, que és el Lisboa!!!

Bravo per l'història del Chato mecànic. Salvem la Larios. I ya posats la ginebra Ferri.

I l'història de la cola és certa. Fa uns anys ixqué un ample reportage en les pàgines salmó de Levante-EMV.