martes, 17 de junio de 2008

187 millones de muertos


Acaba de presentarse un libro en Madrid que reflexiona sobre el peligro de las ideas, sobre los atropellos que se han cometido y se siguen cometiendo en nombre de una posición.

Parece demasiado complejo, en todo caso, para abordarlo aquí. ¿Está el peligro en las ideas o en las sociedad enferma que genera, alienta y respalda a los monstruos? Ustedes dirán.

Aprovecho esto como pretexto para compartir con ustedes una reflexión de Aristarain (Lugares comunes), sobre la lucidez, sus peligros y el vacío de la certeza.

"La lucidez es un don y es un castigo: está todo en la palabra. Lucidez viene de Lúcifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama lúcifer el lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse. Lúcido viene de lúcifer y lúcifer viene de lux y de fero, que quiere decir el que tiene luz, el que genera luz, el que trae la luz que permite la visión interior: el bien y el mal, todo junto, el placer y el dolor.

La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría será el placer de ser consciente de la propia lucidez; el silencio de la comprensión, el silencio del mero estar. En esto se van los años, en esto se fue la bella alegría animal."

8 comentarios:

¡LLUEVE REVOLUCIÓN! dijo...

Un extracto de ese párrafo está colgado en mi habitación, sobre la cama, en forma de cuadro junto a otras grandes frases del sr. Aristarain. Qué gran regalo.
Muchas gracias, cuando se me viene el mundo encima (la vida moderna, vamos)nunca me olvido de echarlo un vistazo.
Besos PoP

morena dijo...

El problema de las ideas, es la puesta en marcha de las mismas y los medios que se utilicen para ello, lo radical tanto de un extremo como de otro, nunca será bueno, al fín y al cabo siempre es para beneficio propio.

Ya lo dijo Bar Torino, estamos en manos de tarados.....y esos nunca pueden tener buenas ideas...

Tiene usted toda la razón, es un tema demasiado complejo y extenso como para abordarlo, pero aquí y con una década por delante.

Yo, (creo que todos, en alguna ocasión), también tengo malas ideas, si fotografío en mi mente determinados personajes políticos de la historía, puedo llegar a pensar, (sin implicar a más gente, eso es lo difícil, y este es el momento donde uno debe aplicar su lucidez, yo lo hago día a día, se lo juro), que mi fin justificaría mis medios, ahí lo dejo...

Seamos felices, creo que ahí está clave

Comtessa d´Angeville dijo...

sobre la entrada anterior, que me ha emocionado, oiga.

Mi señora madre me iba a llevar estas Hogueras a verlo torear en Alicante, pero no va a poder ser...


Yo soy antitaurina, pero tomista.

diafebus dijo...

Aristarain es un regalo.

En cuanto a las ideas el problema radica en su debilidad y en su intención. Es decir, un hijo de puta cualquiera considera que para su beneficio propio conviene llevar determinadas acciones a cabo. Para convencer a unos cuantos centenares de miles construye argumentos ex profeso, les da una pátina de sensiblería e irracionalidad, secuestra tres símbolos convenientemente adulterados, repite hasta la náusea una consigna y: et voilá...ya tenemos una ideología. El origen de la misma, el beneficio particular, la perpetuación de un modo de ver el mundo, la sublimación de unas cuantas miserias, es lo que la envenena. Su debilidad hace que sólo sea sostenible por la fuerza. Y recordemos que uno de los pilares fundamentales de la milicia es la conciencia acrítica.
Las ideas no matan gentes señores. Eso es mentira. Son personas con nombres y apellidos quienes ordenan los exterminios.
Lo mismo me vale la guerra global contra el terror, que la ruptura de España, que el nos quieren quitar el agua, que la explotación de niños que cosen zapatillas de 300 euros, que la deforestación de la amazonia, que la satanización del diferente, que...(añada el lector lo que proceda)

Forlati dijo...

Reflexió i acció. Això o l'inacció que beneficia als que eixecuten l'acció sense cap reflexió. Estic totalment d'acort en Diafebus.

En quant a Aristarain (i tots els que ho digueren abans que ell) durant anys vaig pensar aixina= lluidea: insatisfacció. Fa temps q evite este pensament. La lluidea per a sentir més i millor. Prou més oriental i menys grec. Això sí.

Neófito dijo...

La última reflexión de Aristarain me recuerda a la comparación nitzscheana de la poderosa y noble actividad creativa con el dolor de la parturienta. Una acertada perspectiva dicotómica de la lucidez.

morena dijo...

Neófito, preséntame a ese tío que le voy a explicar una cosita..... jajaja

saludos

Vicè dijo...

Lúcido Aristaráin.
100% de acuerdo con Diafebus. Las ideas no matan a nadie. Matan los tarados, que hablan en nombre de las ideas. Todo es bastante predecible. La historia siempre se repite. Sólo cambian los actores y los juguetes, cada vez más mortíferos.
Ante eso, puede ser la inacción la mejor reacción?